La EPOC sigue siendo una enfermedad desconocida para quien la sufre: 3 de cada 4 pacientes que la padecen lo desconoce. Además del infradiagnóstico, otra de las dificultades que presenta esta enfermedad es la realización diagnósticos erróneos. En este sentido, la Dra. María Jesús Rodríguez, jefa asociada de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Diaz, desgrana la situación actual de los pacientes con EPOC, sus síntomas, tratamientos y la necesidad del conocimiento por parte de la población de esta patología.
¿La EPOC sigue siendo una patología desconocida para quien no la padece?
Se va avanzando en la difusión de esta enfermedad que recuerdo que es muy prevalente y ya la tercera causa de mortalidad en el mundo. Yo creo que hay más sensibilización y conocimiento por parte de la población de esta enfermedad, pero todavía queda un largo camino. Solo hay que recordar que 3 de cada 4 pacientes que la padece no lo sabe. Y no solo hay infradiagnóstico, también hay diagnósticos erróneos a pesar de que solo requiere pruebas sencillas como es la espirometría. Es importante seguir trabajando para que la población conozca esta enfermedad ya que se trata de una enfermedad crónica progresiva, que debe diagnosticarse precozmente para comenzar un tratamiento y recibir un claro consejo para abandonar el tabaco.
¿Cuáles son los primeros síntomas de la EPOC?
Son síntomas inespecíficos, que aparecen en otras enfermedades respiratorias, lo que dificulta el diagnóstico. Son pacientes fumadores o exfumadores, que mantienen una tos crónica normalmente con producción de mucosidad, notan una limitación respiratoria a los esfuerzos (se fatigan subiendo escaleras o cuestas) y pueden tener también ruidos tipo silbidos al respirar.
¿Cuánto están ayudando los nuevos tratamientos al paciente?
Podemos decir que están ayudando mucho. Son tratamientos que han mejorado notablemente la calidad de vida de los pacientes, con mejoría de los síntomas que tiene el paciente y, por otra parte, disminuyen las exacerbaciones, que son agudizaciones o empeoramiento de los síntomas de la enfermedad, que incluso pueden requerir ingreso hospitalario.
¿Cuánta importancia tiene para un paciente de EPOC la adherencia al tratamiento?
Como en otras enfermedades crónicas, la falta de adherencia al tratamiento es un problema común y en el caso de la EPOC está por encima del 50%, lo que dificulta el control de la enfermedad.
Además, los tratamientos que utilizamos son por vía inhalada y requieren que los pacientes aprendan a utilizar los dispositivos y en cierta manera también influyen en el incumplimiento del tratamiento.
¿Tienen más riesgo de sufrir secuelas por el Covid-19 los pacientes de EPOC?
El pulmón es el órgano más afectado por el Covid-19, pero todavía no sabemos la trascendencia a medio o largo plazo de las secuelas pulmonares, que estamos viendo que son proporcionales a la gravedad del cuadro agudo. Dentro de lo que conocemos, los enfermos con EPOC tienen menores tasas de incidencia de Covid-19, quizá porque el temor a contagiarse les ha hecho extremar las medidas de seguridad. Las secuelas no se originan por tener EPOC ni la EPOC empeora, pero esta enfermedad hace que los pacientes con Covid-19 grave se enfrenten a una situación más complicada ya que se suman dos problemas.
¿Qué beneficios y qué perjuicios tiene el visado de la triple terapia tanto para el paciente como para el profesional y el sistema?
Considero que actualmente el visado de la triple terapia no tiene sentido y muchas comunidades autónomas lo han retirado en el contexto de la pandemia. Es poner trabas a una medicación que mejora la adherencia al tratamiento y es más eficiente en el tratamiento de esta patología.
¿Hay relación entre EPOC y la mala calidad del aire?
Cada vez hay más evidencia de la relación entre la contaminación ambiental y las enfermedades respiratorias crónicas, posiblemente incidiendo en su evolución e incrementando las agudizaciones e ingresos hospitalarios.
Neumomadrid ha publicado recientemente un documento de posicionamiento sobre cambio climático y salud pulmonar, reconociendo que el cambio climático es una amenaza para la salud poblacional y que afectará de manera relevante a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas.