¿Qué es la espirometría?
La espirometría es una prueba que utilizan los médicos para medir qué tan bien están funcionando los pulmones. La prueba consiste en medir el flujo de aire que entra y sale de los pulmones.
Para realizar una prueba de espirometría, debes sentarte y respirar a través de una pequeña máquina llamada espirómetro. Este dispositivo médico registra la cantidad de aire que inhalas y exhalas, así como la velocidad de la respiración.
Las pruebas de espirometría se utilizan para diagnosticar las siguientes afecciones:
También le permiten a tu médico monitorear las afecciones pulmonares crónicas para asegurar que tu tratamiento actual esté ayudando a mejorar tu respiración.
La espirometría suele realizarse como parte de un grupo de pruebas conocidas como pruebas de función pulmonar.
¿Cómo prepararse para una espirometría?
No debes fumar una hora antes de una prueba de espirometría. También tendrás que evitar consumir alcohol ese día. Comer en grandes cantidades también podría afectar tu capacidad para respirar.
No uses ropa tan ajustada que pueda impedir que respires bien. Tu médico también podría indicarte si es necesario evitar el uso de medicamentos respiratorios inhalados u otros medicamentos antes de la prueba.
Procedimiento
Una prueba de espirometría suele durar unos 15 minutos y, por lo general, se realiza en el consultorio de tu médico. Esto es lo que sucede durante un procedimiento de espirometría:
Si tienes evidencia de un trastorno respiratorio, tu médico podría recetarte un medicamento inhalado conocido como broncodilatador para abrir tus pulmones después de la primera ronda de pruebas. Luego te pedirán que esperes 15 minutos antes de realizar otra serie de mediciones. Después, tu médico comparará los resultados de las dos mediciones para ver si el broncodilatador ayudó a aumentar tu flujo de aire.
Cuando se usa para monitorear los trastornos respiratorios, una prueba de espirometría suele realizarse una vez al año o una vez cada dos años para monitorear los cambios en la respiración en personas con EPOC o asma bien controlados. Cuando una persona tiene problemas respiratorios más graves o problemas respiratorios que no están bien controlados, se le recomienda hacer las pruebas de espirometría con mayor frecuencia.
Efectos secundarios
Son pocas las complicaciones que pueden presentarse durante o después de una prueba de espirometría. Es posible que te sientas un poco mareado o que te falte el aire inmediatamente después de realizar la prueba. En casos muy poco frecuentes, la prueba puede provocar problemas respiratorios graves.
La prueba requiere un poco de esfuerzo, así que no se recomienda si tuviste una afección cardíaca recientemente o si tienes otros problemas cardíacos.
Siguientes pasos
Si tu médico determina que tus resultados son anormales, es probable que realice otras pruebas para determinar si la causa de tu dificultad para respirar es un trastorno respiratorio. Estas pruebas podrían incluir radiografías de tórax y senos paranasales o análisis de sangre.
Las principales afecciones pulmonares que causarán resultados anormales en la espirometría incluyen enfermedades obstructivas como el asma y la EPOC, y enfermedades restrictivas como la fibrosis pulmonar intersticial. Tu médico también puede hacerte pruebas para detectar afecciones que ocurren comúnmente junto con los trastornos respiratorios, y que pueden empeorar tus síntomas. Estos incluyen acidez, fiebre del heno y sinusitis.
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