En la mayoría de enfermedades respiratorias son los pulmones los órganos más perjudicados por factores como la contaminación ambiental o enfermedades infecciosas, aunque también se puede dar por condiciones hereditarias.
Es más, basta con sentir la mínima molestia en las mucosas para recordar la importancia que tiene el cuidado del sistema respiratorio. Por eso, las personas que viven en grandes ciudades, y por lo tanto están expuestas a ambientes más nocivos, suelen sufrir más en este sentido.
Por otro lado, mantener la calidad del aire dentro del hogar también es clave para ayudar en los cuidados de este aparato tan esencial en nuestro cuerpo.
Estas son 7 medidas preventivas muy fáciles de poner en práctica en tu día a día para cuidar de tu sistema respiratorio:
Respirar por la nariz
Respirar por la boca puede ocasionar problemas como boca seca y dolor de garganta. Si no se respira por la nariz, la mucosa nasal podrá calentar, limpiar y humedecer el aire antes de que llegue a los pulmones.
Normalmente, respirar por la boca es fruto de una obstrucción de los conductos nasales o se puede desarrollar debido a un mal hábito.
No fumar
Si has llegado hasta aquí en busca de cómo mejorar tu sistema respiratorio, lo más seguro es que ya tengas muy claro que dejar de fumar es el primer paso para cuidar de tu organismo.
El humo del tabaco contiene numerosas sustancias nocivas para la salud y la inhalación de estas impide el normal funcionamiento de la tráquea y de los bronquios, pudiendo llegar a destruirlos.
Eso por no hablar de que las impurezas del mucus aumentan la probabilidad de padecer bronquitis y, en el peor de los casos, cáncer de pulmón.
Mantener una buena higiene de los equipos de aire acondicionado
Repercute directamente en la salud de las vías respiratorias. Es muy importante que te asegures del correcto mantenimiento de estos aparatos, ya que si sus componentes están sucios, aumentará la exposición a bacterias, humedad y alérgenos y eso puede generar afecciones.
Practicar habitualmente ejercicio físico
No hace falta recordar los innumerables beneficios que tiene para el organismo el practicar deporte con frecuencia.
Cuando se trata del sistema respiratorio, hacer ejercicio aumenta la ventilación pulmonar y la capacidad pulmonar, favorece la movilidad del mucus de las vías respiratorias y disminuye la frecuencia respiratoria.
Evitar el polvo y la contaminación
Es evidente que respirar aire que no esté limpio va a afectar en gran medida a la salud de nuestro aparato respiratorio.
Por ello, es aconsejable que evites los lugares donde haya mucho polvo, polen o se caractericen por una gran contaminación atmosférica. Estas circunstancias irritan las mucosas y pueden provocar la aparición de enfermedades respiratorias.
Evitar los cambios bruscos de temperatura
Los cambios bruscos de temperatura provocan una irritación en las mucosas, además de aumentar el riesgo de sufrir infecciones respiratorias, ya que disminuye la capacidad de respuesta inmunitaria del aparato respiratorio.
Como no puedes controlar el clima, procura tener cuidado con pequeñas acciones como abrigarte bien si vas a salir de casa, cerrar las ventanas si entre brisa o secarte dentro del baño tras una ducha caliente.
Ventilar diariamente las habitaciones
Tanto por higiene como por cuidar de tu salud, ventilar la casa es algo que deberías incluir sí o sí en tu lista de tareas diarias.
Al menos durante 10 minutos, abre bien las ventanas para renovar el aire de las diferentes estancias de tu hogar para que se limpie de sustancias nocivas, aunque no las dejes demasiado tiempo abiertas si hace mucho frío fuera.
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