El grupo integrado por adultos mayores, especialmente aquellos que viven en residencias, ha sido el más golpeado por los efectos de la COVID-19.
En ellos la clínica presenta peculiaridades distintas a las del resto de la población, y también se dan otros factores que influyen en que se produzca mayor letalidad. De igual manera, la afectación tanto física como emocional derivada de la actual situación de confinamiento puede ser más intensa en este grupo.
Con el objetivo de analizar estos aspectos y actualizar los últimos datos sobre la repercusión de la pandemia en el paciente crónico mayor, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) organizó una nueva edición del encuentro en streaming SEMERGENVIVO, que contó con la participación de especialistas de los distintos niveles sanitarios (asistencial, residencial y hospitalario).
Los expertos coincidieron en que cuando los adultos mayores se contagian son más vulnerables a la enfermedad, como refleja el hecho de que en este colectivo haya más ingresos, siendo la estancia hospitalaria más larga y complicada, con mayor derivación a unidades de cuidados intensivos; asimismo, la letalidad es mayor, lo que podría implicar que la COVID-19 sería una patología distinta en el paciente adulto mayor.
Respecto a esta peculiaridad, el Dr. Juan Carlos Durán, vicepresidente de la Sociedad Andaluza de Geriatría y Gerontología, comentó.
"Quienes tratamos a la población geriátrica institucionalizada, en su mayoría con demencia, hemos comprobado cómo en muchos casos la enfermedad cursa de forma atípica, con febrícula (no fiebre alta), astenia y falta de fuerza, entre otros síntomas. Asimismo, y concretamente en pacientes con demencia, hemos observado que con frecuencia el deterioro cognitivo es más brusco, con síndrome confusional agudo".
El Dr. Durán opinó que estas manifestaciones plantean la necesidad de que cualquier cambio en el estado basal de la persona mayor ponga en alerta a los clínicos sobre un posible contagio, especialmente en el caso de las residencias de adultos mayores.
"Otro aspecto a tener en cuenta es que estos pacientes son pluripatológicos y están polimedicados, es decir, presentan comorbilidades que no se dan en otros grupos. Un dato importante en este sentido es que se ha visto que 14,5% de los adultos mayores contagiados por coronavirus tuvo el antecedente de haber acudido a un centro sanitario los días previos al contagio", añadió el Dr. Javier Benítez, miembro del Grupo de Trabajo de Tutores y de Cronicidad y Dependencia de SEMERGEN, quien moderó el encuentro.
Homeostasis, citocinas y daño vascular: círculo vicioso de la alta letalidad
El Dr. Benítez puso sobre la mesa la importancia de plantear la forma en que la enfermedad incide en la respuesta inmunológica base de estos pacientes, teniendo en cuenta que se trata de una población más vulnerable al virus, y ante la evidencia de que su estado inmunológico se ve claramente alterado por este.