La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad infradiagnosticada y con una elevada morbimortalidad y supone un importante problema de salud pública.
La
OMS de acuerdo con el Estudio de la Carga Mundial de Morbilidad (
Global Burden of Disease Study), establece que la prevalencia de la EPOC en 2016 fue de 251 millones de casos con una mortalidad estimada de 3,17 millones de casos en 2015 a nivel mundial (5 % de todas las muertes a nivel mundial en ese año).
La EPOC es actualmente la cuarta causa de muerte en el mundo y la OMS estima que será la tercera en el año 2030, un 7,8 % de todas las muertes y el 27 % de las muertes relacionadas con el tabaco, solo superada por el cáncer (33 %) y por las enfermedades cardiovasculares (29 %).
En el año 2008 en España, las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores representaron la cuarta causa de muerte (responsables del 11,4 % del total de defunciones), después del cáncer (26,1 %), las enfermedades del corazón (20,8 %) y las enfermedades cerebrovasculares (18,2 %).
La estimación de los costes de la EPOC en España revisados en el documento Estrategia en EPOC del Sistema Nacional de Salud, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se estima en 750-1000 millones de €/año, incluyendo los costes directos, indirectos e intangibles. El coste medio directo por paciente con EPOC se estima entre 1712–3238 €/año. Estos costes directos se distribuyen en gastos hospitalarios (40-45 %), fármacos (35-40 %) y visitas y pruebas diagnósticas (15-25 %). Con una estancia media durante los ingresos de 6,29 días.
La EPOC es una patología inflamatoria en la que el flujo aéreo está limitado de forma irreversible por una obstrucción intrínseca de la vía aérea (bronquitis crónica o bronquiolitis obstructiva) y por la perdida de la fuerza de retracción elástica pulmonar (enfisema). La inflamación y fibrosis de las pequeñas vías aéreas, la destrucción de la matriz proteica pulmonar, la hipertrofia e hipersecreción glandular y la constricción del músculo liso bronquial contribuyen a la disminución del flujo aéreo. Estas modificaciones también incluyen una respuesta inmunitaria inadecuada, un desequilibrio en el estrés oxidativo y de la relación proteasas/antiproteasas que conllevan una remodelación alterada de los tejidos y un envejecimiento anómalo.
Actualmente se ha demostrado que para el desarrollo de estas modificaciones en la EPOC existen numerosos factores de riesgo que se pueden agrupar en factores modificables como: hábito de fumar, polución ambiental, hiperreactividad bronquial y el estado nutricional junto con el alcoholismo; y en factores no modificables como: edad, sexo, déficit a-1-antitripsina y la predisposición familiar.
Fumar es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar EPOC y la principal fuente de agentes oxidantes que pueden dañar directamente las células, inactivar los mecanismos de defensa e iniciar la inflamación, incrementando el estrés oxidativo, dando lugar a un desequilibrio entre los agentes oxidantes y antioxidantes.