1. Para administrar Fármacos que sólo están disponibles en forma líquida.
2. Necesidad de administrar por vía inhalatoria altas dosis de un medicamento.
3. Enfermos que no son capaces de usar correctamente los sistemas convencionales de inhalación y que no han podido ser entrenados en las técnicas inhalatorias.
Durante la nebulización el paciente debe estar sentado y erguido, ha de respirar a un ritmo normal y no debe hablar.
Intentando que el momento elegido para la nebulización sea el mejor para el enfermo.
Antes de que un paciente empiece a usar un nebulizador de forma habitual, debe realizarse un primer tratamiento bajo la supervisión de una enfermera.
Previamente debe prepararse la solución a nebulizar pocos instantes antes de comenzar el tratamiento.
El paciente debe conocer la dosis exacta de la medicación que necesita.
Hay que aprender y repetir el modo de prepararla, la forma en la que debe colocarse el equipo y el tiempo de nebulización.
Asimismo, tiene que saber desmontar los distintos componentes del sistema, para que pueda proceder a su limpieza y mantenimiento con la periodicidad que se le indique.
Las terapias respiratorias domiciliarias mejoran la calidad de vida de pacientes y evitan las hospitalizaciones innecesarias.
La comodidad y tranquilidad de permanecer en el propio domicilio y la atención individualizada son las principales ventajas de la asistencia domiciliaria para los pacientes.
Más información en el artículo completo: https://enfermera.io/nebulizador/