Los inhaladores alivian las obstrucciones de las vías respiratorias causadas por el asma, las alergias o la EPOC, pero también tienen efectos no deseados. Sobre todo si los usas mal o cuando no es en realidad necesario.
No son el remedio adecuado ante cualquier congestión o dificultad para respirar, subraya el Dr. Marín. Están indicados solamente para casos diagnosticados de asma, alergia o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Además, tanto en los casos crónicos de asma o EPOC como en las situaciones puntuales (resfriado, inflamación) en los que cuesta respirar, algunos factores pueden ayudar a mejorar la respiración sin recurrir a los broncodilatadores.
- Beber mucho líquido, hacer vahos varias veces al día, utilizar un humidificador o administrar soluciones salinas son algunos de los remedios para reducir los casos de congestiones mucosas.
- Tomar alimentos que faciliten la apertura de las vías respiratorias. Como aderezo o en infusión, puedes tomar ajo, anís, tomillo, tila, regaliz, jengibre, flores de uña de caballo (2 veces al día máximo durante un mes), y hacer vahos con cebolla.
- Existen interacciones, tanto con alimentos (productos ricos en grasas y en hidratos de carbono, cafeína, alcohol) como con otros fármacos, por ejemplo, los ansiolíticos o los indicados para la hipertensión.
CÓMO USAR BIEN LOS INHALADORES
Los casos de EPOC y de asma van en aumento y han crecido las ventas de broncodilatadores. Sin embargo, que se compren más también se relaciona con un uso incorrecto.
Si se administran mal, la dosis indicada no surte efecto, se abusa del medicamento y este se agota antes. Con ese abuso aparecen más efectos secundarios. Se calcula que casi el 50% de sus usuarios no los utiliza bien, según el Centro de Información de Medicamentos de Cataluña (CedimCat). Un error común es pulsar y dar una bocanada, por lo que el fármaco se queda en la garganta y no alcanza los pulmones.
Leer las instrucciones cada cierto tiempo para manejar bien el inhalador contribuye a no abusar del medicamento y a prevenir cualquier efecto secundario. Para utilizarlos correctamente, ten en cuenta el tipo de inhalador que utilizas:
- Si usas un cartucho presurizado convencional. Agita el inhalador y, mientras, vacía de aire los pulmones. Ajústalo a la boca, coge aire, presiona el inhalador, continúa cogiendo aire y aguanta 10 segundos. Saca el aire lentamente, tapa el inhalador y enjuaga la boca.
- Si utilizas un cartucho presurizado con cámara. Acopla el cartucho a la cámara. Espira, ponte el inhalador en la boca, presiona el cartucho y respira con normalidad. Sepáralo de la boca y aguanta la respiración. Lávate la boca.
- Si el que usas es de polvo seco. Retira una cápsula del blíster y colócala. Pulsa el botón perforador y espira con el inhalador apartado de la boca. Introduce la boquilla en la boca, inspira lenta y profundamente y aguanta 10 segundos. Espira y repite. Enjuágate.
Accede al artículo completo en Cómo utilizar bien los inhaladores para los problemas respiratorios (sabervivirtv.com)