El lugar de trabajo tiene un impacto directo en la salud de las personas, ya que estas pasan gran parte de su tiempo en él. Es el escenario perfecto para promover un estilo de vida saludable y ayudar a mejorar la salud de los trabajadores de una empresa. Con la escasez de mano de obra y un alto porcentaje de empleados que sufren problemas de salud y enfermedades crónicas, hay buenas razones para invertir en la salud en el lugar de trabajo. 

Según la definición de la OMS, «un ambiente de trabajo saludable es uno en el que los trabajadores y los empleadores colaboran en el uso de un proceso de mejora continua para proteger la salud, seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y la sostenibilidad del lugar». 

Hay que recordar que las enfermedades crónicas tienen un peso cada vez mayor debido, en parte, al aumento de la esperanza de vida y la adopción de estilos de vida propios de países desarrollados, entre otros factores. Un dato orientativo: el 45 % de la población española mayor de 16 años padece al menos un proceso crónico.

De acuerdo con el VII Barómetro EsCrónicos (2022), el grupo de población por encima de los 55 años es el más afectado por las enfermedades crónicas. Las más frecuentes son las de carácter neurodegenerativo (párkinson, alzhéimer, esclerosis múltiple…), circulatorio (hipertensión, diabetes…), osteoarticular (lumbalgia, artrosis…) y respiratorio (asma o EPOC).

Cuatro factores principales son responsables de la mayor parte de la carga de las enfermedades crónicas no transmisibles: 

• el tabaco
• la mala alimentación 
• el alcohol 
• la inactividad física 

Estos factores se asocian a problemas de estilo de vida que podrían modificarse mediante un cambio de comportamiento o la influencia de iniciativas de promoción de la salud en el lugar de trabajo.

Especialmente relevante son las carencias en cuanto a la salud respiratoria, ya que las enfermedades respiratorias son una parte importante de la patología laboral y medioambiental. La contribución del ambiente de trabajo al desarrollo de enfermedades respiratorias está cambiando y es cada vez más prevalente. De hecho, los expertos consideran que la exposición laboral puede llegar a representar hasta el 25 % de todos los casos de asma que se originan en la edad adulta.

Sin embargo, la relación entre trabajo y enfermedades respiratorias como asma y EPOC no solo reside en la posibilidad de que determinadas exposiciones laborales ocasionen estas y otras patologías respiratorias, sino también en la posibilidad de que estas exposiciones empeoren las enfermedades ya existentes.

La promoción de la salud en el lugar de trabajo debe ser el resultado de los esfuerzos conjuntos de los empresarios, los trabajadores y la sociedad. Los resultados supondrán una mejora para los empleados en cuanto a su bienestar físico, psíquico, emocional, social y espiritual. Además, significa aumentar la productividad de la empresa y la calidad de vida de las personas. 

Hay mucha evidencia que demuestra que las empresas que promueven y protegen la salud de los trabajadores también son algunas de las compañías más exitosas y competitivas a largo plazo y las que también tienen las mayores tasas de retención de talento.

El reto para las empresas sostenibles consiste en encontrar un equilibrio entre el cumplimiento de los objetivos empresariales y las necesidades de salud de los empleados y de su entorno. Y, para ello, pueden contar con el apoyo de las asociaciones de pacientes.

https://www.consumer.es/salud/promover-salud-en-lugar-trabajo