Si usted sufre una enfermedad pulmonar, podría tener más probabilidades de experimentar problemas de salud mental además de los síntomas físicos.
Extracto de artículo de la European Lung Foundation (ELF):El bienestar mental es un término usado para describir cómo se siente y cómo hace frente a su vida diaria. Ello incluye cómo se siente respecto a vivir con su enfermedad pulmonar. Si tiene un buen bienestar mental, tiene más probabilidades de cuidar bien de sí mismo/a y de gestionar bien su tratamiento. Se sentirá optimista respecto a la vida y querrá participar en lo que suceda a su alrededor. Si experimenta un bienestar mental deficiente, podría descubrir que tiene menos interés en hacer cosas de las que anteriormente disfrutaba. Puede sentir mayor ansiedad y tensión y es posible que le resulte más difícil hacer frente a la vida diaria y manejar el estrés de su enfermedad.
Si vive con una enfermedad pulmonar, podría tener más probabilidades de experimentar un bienestar mental deficiente o un problema de salud mental. Ello puede deberse a lo siguiente:
Esto podría tener un impacto en su percepción de su rendimiento en el trabajo, en las interacciones con su familia y amigos y en su autoestima.
Sufrir una enfermedad mental también puede afectar a su capacidad para hacer frente a su enfermedad pulmonar. Esto puede significar:
Esto crea un círculo negativo de acontecimientos: si no gestiona bien sus síntomas, puede encontrarse peor.
Cuidar de su bienestar mental es un proceso personal y es importante encontrar lo que mejor le funcione. Hay muchos enfoques diferentes:
Llevar una vida activa cuando se sufre una enfermedad pulmonar puede ayudarle a gestionar los síntomas y a sentirse bien. Cuanta más actividad realice, más fáciles le resultarán las actividades diarias, pese a las dificultades respiratorias. Es importante encontrar una actividad que se adecúe a su nivel de disnea o dificultad para respirar. Puede incorporar actividades a su rutina diaria, como cuidar del jardín, subir y bajar las escaleras o bajarse del autobús una parada antes y caminar hasta casa. También puede probar actividades más estructuradas, como clases para mantenerse en forma, salir a correr o ejercicios de fuerza. Recuerde que experimentar cierta dificultad para respirar durante la realización de actividades es normal y no es una señal de un brote de enfermedad. Tambien puede apuntarse a un curso de rehabilitación pulmonar. Este es un programa estructurado de gran eficacia, compuesto de ejercicios y clases informativas específicamente dirigidos a personas con enfermedades pulmonares, para ayudarle a mantenerse activo/a.
«Mindfulness» es la técnica de concentración en el momento presente. Esta práctica nos enseña que una emoción o sentimiento es nuestra reacción normal a algún estímulo, pero que se puede responder a este sentimiento de diferentes formas. También nos ayuda a entender que algunos pensamientos y sentimientos pueden ser positivos y otros negativos, pero que ninguna de estas reacciones cambia la realidad. Los estudios han demostrado los beneficios del «mindfulness» para las personas con enfermedades pulmonares, especialmente para aliviar el estrés que puede causar la dificultad para respirar. Experimentar cierta disnea durante la realización de actividades es normal en personas con enfermedades pulmonares y aceptarlo puede ayudarle a sentirse mejor respecto a su enfermedad y respecto a la vida en general.
Puede tomar medidas para encontrarse mejor, como aprender qué afecta a su estado de ánimo, qué lo mejora y qué le hace encontrarse peor. De esta forma, puede evitar la sensación de incapacidad para enfrentarse a su enfermedad. También puede incorporar a su rutina actividades que le resulten agradables, como aprender algo nuevo, llamar a un amigo o dedicar más tiempo a descansar. Esto podría resultarle particularmente útil si siente que no puede realizar las actividades que hacía antes. En lugar de ello, busque alguna actividad que disfrutre y pueda realizar ahora. Es importante dedicarse tiempo a sí mismo/a de forma habitual. Preste atención a cómo se encuentra y valore si se ha encontrado mejor o peor recientemente. Si empieza a sentir que no es capaz de hacer frente a su situación, hable de ello con su profesional sanitario a la mayor brevedad posible, antes de que sus síntomas mentales o físicos empeoren.
«No pasa nada por no estar bien. Es normal sentir abatimiento o incapacidad para seguir adelante. Es importante recordar que no es un problema y que puede encontrar ayuda para afrontarlo, al igual que hace cuando sufre dolor físico. Otro método que me ayudó mucho es recordarme a mí mismo que no soy menos por tener la enfermedad. No soy menos persona y no me merezco menos que otros solo por mi enfermedad. Recordar esto me ayudó mucho a gestionar mi bienestar mental en momentos en que me sentía desanimado». David
Más información en el artículo completo: https://europeanlung.org/es/information-hub/living-with-a-lung-condition/bienestar-mental-y-salud-pulmonar/