Las altas temperaturas registradas en verano limitan la vida de muchos pacientes diagnosticados de enfermedades respiratorias. En concreto, algunas personas que sufren la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) viven condicionadas por un suministrador de oxígeno conectado a la electricidad, o con un portátil con una limitación de carga. Al calor de los meses de verano se le suma la mala calidad del aire, que limita el bienestar de los enfermos de EPOC y puede afectar a su salud gravemente.

María Martín, coordinadora de la Asociación de Pacientes con EPOC (APEPOC), fue diagnosticada de EPOC grado 3 en 2015, un hecho que cambió su vida para siempre. Mediante una llamada telefónica ha informado para ConSalud.es de su día a día con esta enfermedad y cómo las altas temperaturas interfieren en su tiempo libre y personal. “Tenemos que llevar una vida tranquila, no monótona, pero sí muy organizada”, asegura, insistiendo en la importancia de mantener una vida alejada del estrés.

María es oxigenodependiente 16 horas, tiempo mínimo que debe estar conectada a su máquina de respiración asistida. Esta enfermedad “es irreversible”, como afirma la paciente, y su calidad de vida también se ve condicionada por un gasto eléctrico que, en numerosas ocasiones, limita sus necesidades. “Mi bienestar en casa depende del aire acondicionado, no puedo reducir su uso, necesito tener una temperatura agradable”, subraya María, mientras reclama la acción de las autoridades competentes ante los precios elevados de electricidad.

El calor es un impedimento incuestionable para pacientes como María y las soluciones suponen un gasto económico al que se enfrentan la gran parte de las personas que sufren EPOC. “Las autoridades deben tener en cuenta a las personas electrodependientes, a quienes necesitan depender de la luz por motivos de salud, sobre todo en épocas como el verano” ha matizado la paciente, resaltando el precio de la luz en España. “Necesito que la temperatura de mi casa esté entre 20 y 23 grados, y que se mantenga así durante todo el día, pero con el precio de la luz es imposible” ha afirmado. De nuevo, María se enfrenta a un problema que, en verano, puede afectar a su salud y bienestar.

"Reivindicamos todas las gestiones posibles y a nuestro alcance para que se nos facilite vivir con esta enfermedad"

En su lucha por la concienciación de pacientes con EPOC, María invita a reflexionar de la necesidad de “recibir ayudas o prestaciones” ante los altos precios de la electricidad. Además, insiste en una lucha común, de todos los pacientes. “Reivindicamos todas las gestiones posibles y a nuestro alcance para que se nos facilite vivir con esta enfermedad” ha añadido la paciente.

Sin embargo, un aspecto reseñable son las facilidades en los viajes de verano. En los desplazamientos de verano y las vacaciones no existen limitaciones para los pacientes de EPOC. María ha resaltado que “las facilidades para viajar son muchas y en las estaciones o aeropuertos te facilitan el traslado y te ayudan nada más llegar”. Además, sostiene la importancia de avisar con antelación, para que puedan facilitarte el desplazamiento del oxígeno. “Es necesario solicitar un traslado de oxígeno en la Unidad de Neumología para las vacaciones y, a partir de ahí, viajar es posible” ha añadido.

SALUD MENTAL Y EPOC

El testimonio de María es un altavoz en la lucha por valorar la salud mental de las personas que padecen EPOC. “Necesitamos tener la cabeza amueblada y que nos ayuden” reivindica la coordinadora de APEPOC. Para ello, desde la Asociación quieren dar a conocer esta enfermedad que padece un 11,8% de la población comprendida entre los 40 y 80 años de edad y que provocó 3,23 millones de muertes en 2019.

María ha insistido en que, la solución algunas veces, es estar en contacto con la naturaleza y priorizar los sitios donde prima la tranquilidad. "Las zonas de vegetación son de gran ayuda, a veces es donde mejor me siento y donde puedo tener un rato de relajación", ha añadido la paciente, que insiste en mantener la mente ordenada y priorizar la salud mental.

"Para mí lo anormal es lo que quiero hacer y no puedo, y si no puedo, para qué lo voy a hacer"

Desde APEPOC informan de que, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es la tercera causa de defunción en el mundo y la cuarta en España. Además, solo en España, más de 18.000 personas fallecen a causa de esta enfermedad. Ante estas cifras, la ayuda psicológica es fundamental para ayudar a las personas diagnosticadas de EPOC a enfrentar esta afección, aprender a vivir con ella y respetar la situación personal sin limitarse. “Para mí lo anormal es lo que quiero hacer y no puedo, y si no puedo, para qué lo voy a hacer” ha concluido la paciente de enfermedad pulmonar y coordinadora de APEPOC.